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Judicial

Ecuador: ciudadanos son sentenciados por los criminales

Un especialista en seguridad analizó el caso del muchacho acuchillado en un robo. El implicado dio más detalles del hecho durante la audiencia.

ASALTO
El detenido sí tiene antecedentes penales. Lo han aprehendido por tráfico de drogas.Captura de video.

No solo en Quito se sintió la consternación por el crimen de un muchacho durante un robo en el norte capitalino, sino también en Ibarra, en Imbabura. Hasta allá fue trasladado el cadáver de Gabriel Alexander, de 22 años, quien fue apuñalado en el pecho. Uno de los dos implicados ya fue arrestado.

Los parientes del chico recibían ánimo, en especial su madre, una profesora de un centro educativo de Otavalo. Además, la gente aprovechaba para desahogarse ante este hecho, cuyo nivel de violencia desató la ira general.

¿Los robos ahora son una sentencia de muerte? Para Daniel Pontón, académico y especialista en temas de seguridad, este tipo de casos, lamentablemente, se han hecho mucho más frecuentes en el país.

“Algo similar lo constatamos en el caso del hombre que fue asesinado cuando sacaba dinero de un cajero en Ibarra y que estaba con su nieto (el pasado 18 de abril)”, analizó el especialista.

Por ello, el tratamiento que den las autoridades para combatir esta clase de casos, generalmente llamados de delincuencia común, tiene que ser muy diferente al que se aplica a la lucha contra grupos de delincuencia organizada.

No le sacó el chip

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El cuerpo del joven fue llevado a la provincia de Imbabura, para su sepelio. Estudiaba en la Universidad Central.Cortesía

En cuanto a Gabriel Alexander, EXTRA conoció que estudiaba en la Universidad Central y que antes del crimen él se había reunido con un grupo de personas cerca del punto donde fue victimado.

Luego se habría dirigido hasta su casa. Fue en ese momento que lo interceptaron dos tipos, entre ellos Ronaldo José Pérez Reinoza, de 20 años.

El sospechoso, durante la audiencia, contó que había tomado unos tragos por la Plaza Foch. Cuando caminaba, vio a Gabriel cruzando la avenida Seis de Diciembre y ahí lo agarraron. Tras la muerte, Pérez Reinoza aseguró que no volvió a ver a su compinche.

“Llegué a mi casa y no le saqué el chip (al teléfono del asesinado). Cuando subía por el Comité del Pueblo, la policía vino y me dijo que yo tenía la misma ropa (del criminal). Yo no le hice nada a ese hombre”, finalizó Pérez.

"La delincuencia común tiene que combatirse de un modo diferente al que se aplica contra el crimen organizado”.Daniel Pontón
Experto en seguridad