Dos disparos. Uno en la cabeza y otro en el brazo derecho pusieron fin a la existencia de Carlos Tomalá, de 46 años, en los exteriores de un complejo situado en la vía Babahoyo - Jujan.

Allí, el Canario, como también se hacía llamar por sus interpretaciones del género urbano, compartía el festejo de cumpleaños de una persona privada de libertad. La fiesta era exclusiva para las amistades del homenajeado, quien observaba todo desde ‘cana’.

Tomalá llegó pasadas las 14:00 en compañía de otros amigos. Tres horas más tarde decidió retirarse. Salió a la vía principal para que lo recogieran, pero en ese momento fue atacado a tiros por sicarios. La víctima se desplomó y sus panas salieron a levantarlo para llevarlo al hospital en una moto. Murió en el camino.

Los restos de Canario fueron llevados a la morgue local, donde se reunieron conocidos y familiares del difunto. Todos se preguntaban quién habría querido terminar así con su vida.

La policía reveló que el difunto tenía dos antecedentes por tenencia de armas en el 2021. Además, alegaron que después del hecho la fiesta se apaciguó, pero retomaron el programa en la noche.