Exclusivo
Opinión
...¿Qué otra cosa le queda?...
Rafael Correa da la impresión que no sabe que en la vida todo tiene su principio y su final.
Para entender estos conceptos no es necesario tener mayor ciencia. Suficiente, el sentido común. Luego de 10 años de haber manejado el país, con las consecuencias graves que hoy confronta la mayoría de los ecuatorianos, no pudo celebrar los 11 años de vida institucional de su “partido Alianza PAIS”. Mientras todos los ecuatorianos se dan cuenta que este movimiento político está recontra dividido porque entre otros factores son sus propios militantes los que se han encargado de desnudar sus debilidades. Unos a otros se dicen traidores. Otros a unos se dicen ladrones; los de más allá les dicen bandidos, los de más acá los acusan de que les impidieron fiscalizar cuando fueron legisladores.
Ante este panorama tan desolador con Correa se han quedado solo los “sumisos y sumisas”, y los más gratos por haberles hecho pasar una “década ganada”.
La Asamblea convocada para conmemorar los 11 años de vida institucional fue un fracaso.
Ante esta realidad a Correa no le quedó otro argumento que el de decir que él no aspira a ninguna candidatura para ninguna dignidad en cualquier parte del país “al menos hasta el 2019”.
El 2019 está a la vuelta de la esquina por lo que no le toca sino cumplir con otra promesa: regresar a Bélgica para desde allí mirar los toros de lejos.
Correa debe entender que la gloria es transitoria. (BLC)