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Opinión

¿Reconstruir el puente a la Isla Santay?...

Un 3 de junio del 2014, apenas hace tres años, se inauguraba el puente peatonal para conectar Guayaquil con la Isla Santay, obra que, según datos del Ministerio del Ambiente, tenía una extensión de 860 metros de longitud y cuyo monto de inversión fue de USD 15´668.625,96. Esta infraestructura tenía un mecanismo de hojas basculantes para permitir el paso de embarcaciones provenientes del puerto marítimo de Guayaquil y no afectar la navegación; sin embargo, en octubre del año pasado un tramo considerable del puente colapsó cuando un barco pesquero ocasionó un accidente marítimo.

Tras el inconveniente, salieron a la luz cuestionamientos técnicos de la obra, pues involucrados en el tema señalaron que el proyecto no contó con un estudio de impacto ambiental ni sobre maniobra y navegación, por lo cual la Dirnea (Dirección Nacional de Espacios Acuáticos) no firmó la autorización final para la construcción. Es decir que en los estudios previos no se contempló el impacto en la navegabilidad hacia y desde el puerto.

Se ha iniciado un cuestionado proyecto de reconstrucción valorado en $5 millones, una vez más sin contar con un sustento técnico que considere el grado de afectación al normal desarrollo de las actividades náuticas y comerciales del puerto, principal motor de la economía de la ciudad y el país. Más bien ese rubro debería ser destinado al plan de dragado del río y el canal de acceso.

Existen otras alternativas que deben ser analizadas para potenciar el acceso a la isla, sin perjudicar a los pobladores que vieron en este proyecto una oportunidad de desarrollo, y a su vez apoyar la iniciativa de incrementar la navegabilidad comercial a través del río Guayas.