Aborto y confidencialidad

El 90 % de las mujeres que hoy enfrentan juicios por abortar fueron denunciadas por los médicos que las asistieron de emergencia debido a complicaciones obstétricas. Algunas de estas mujeres recibieron prisión preventiva menos de 24 horas después de un legrado.

Los testimonios de las procesadas parten el alma, hablan de doctores que las indujeron a autoincriminarse sin presencia de ningún abogado; o condicionaron tratamiento y medicinas a cambio de su confesión. Esta grave violación de los derechos de las mujeres ha estado ocurriendo constantemente en los últimos cuatro años.

Es por esto que el Ministerio de Salud ha emitido el memorando MSP-2017-0790-M que establece qué hacer cuando al sistema hospitalario lleguen mujeres con abortos en curso o secuelas de abortos. Es simple. Los médicos deben brindar la atención necesaria y oportuna a estas mujeres, sin emitir juicios, sin maltratarlas. El médico está obligado por la Constitución y las leyes no solo a atender a un enfermo, sino también a guardar confidencialidad sobre los datos referentes a su salud. Si un médico denuncia a una mujer que ha abortado, no solo está violando su juramento de proteger, cuidar y no hacer daño a su paciente; también está cometiendo un delito.

Felicito a la ministra de Salud por esta iniciativa, aunque esta sea apenas para recordar a los médicos su obligación más elemental.