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Opinión

Cartas al director

El invitado del día

Una “bahía con mar”

Por Óscar Ugarte

Tal como ocurría en nuestras costas en la antigüedad con el dios Sol, ahora,  también  fui uno de los miles de “adoradores” del sol moderno que fuimos en “peregrinación” hasta Salinas en este reciente “feriado”, supuestamente  santo.
Pero resulta que entre los turistas, la arena el sol y el mar, se interpone en estos días de temporada un enjambre de vendedores ambulantes que convierten a las playas de Chipipe y San Lorenzo en una vulgar “bahía con mar”.
Desde que uno se asoma se encuentra con cuidadores de vehículos, oferentes de parcelas de playa, con carpa y asientos, comidas, artesanías, lociones, diversiones, bebidas y cervezas hasta música en vivo con guitarras, pasando por los juegos acuáticos y el ruido de las marcas comerciales que ofrecen diversión al instante.
Y  así   la “comunión  mística”  entre el  peregrino y el  “mar  y  el sol”  se  olvidan o se  quedan  en  un segundo  plano, y  los  inicialmente “adoradores místicos” de  la  naturaleza   entran   en  una   vorágine  consumista  que   no  tiene  nada  de  “santa”.
Como resultado, hay más ruido y polución concentrada, que la dejamos en las ciudades de origen, y regresamos más estresados y “cabreados” que cuando fuimos a buscar, en el mar y el sol, un paréntesis y/o relax de la vida cotidiana, en nuestros orígenes naturales.