Cartas al director

Desde la redacción

Heroísmo en tiempos de ‘vacas flacas’

Por: Juan Manuel Yépez  @juanmayepez

¿Qué es lo que hace que una persona arriesgue su vida para salvar a otras que jamás ha visto? ¿Será el miedo a que la conciencia le recrimine un día su avaricia al pasar de largo por la desgracia ajena, o de verdad todavía existen seres decididos a entregar todo por el prójimo en un mundo tan egoísta y mezquino? Pues José Chica destrozó a combazos la idea de que nadie entrega nada por nadie al salvar de una muerte segura a tres pacientes de un centro de rehabilitación de Guayaquil que estuvieron a punto de quemarse en un incendio la tarde del jueves pasado. Este humilde trabajador se dejó llevar por el instinto y trepó solito por las rejas hasta el segundo piso, alertado por los gritos de las víctimas que pugnaban por salir del sitio entre el humo y las llamas de aquella tarde infernal. Como no pudo tumbar la puerta abrió a golpes de combo un hueco en la pared y los sacó del sitio sin pedir nada a cambio. Esta historia, para nada usual en estos tiempos, nos lleva a reflexionar sobre el destino de la humanidad, tan preocupada por lo material y hundida en el vértigo de la inmediatez. El mensaje redentor que transmitió José se basó en los férreos valores inculcados por su familia, así como también en su sueño de una sociedad más justa y solidaria. En estos tiempos de ‘vacas flacas’ -para no llamarla de crisis-, en la que el billete escasea y las ‘culebras’ no nos dejan respirar, sería bueno pensar en el testimonio de vida de ‘Chiquilín’, como conocen en el barrio a este ‘superman’ sin capa, para buscar dentro de cada uno de nosotros cuánto de amor por el otro nos queda. No es necesario darnos golpes de pecho para purgar las culpas, solo un poco de conciencia que nos haga cada día más humanos.