Cartas al Director

LA BANCA EXTRATERRITORIAL

“Quien algo esconde, algo teme”. “Panamá, puente del mundo”. Los puentes se construyen para que exista continuidad  en un camino donde  hay  interrupciones y obstáculos que no es posible suprimir.
Once millones de documentos filtrados o hackeados caen en la figura jurídica de presunciones de hecho, “que es lo que tiene carácter absoluto preceptivo en contra del cual no vale ni se admiten pruebas”. Por tanto, existe ilegalidad. Puede haber casos con menores desviaciones legales y otros con desviación total, ejemplo los narcos. En los paraísos fiscales (PF) no interesa conocer de dónde, cómo provienen y quiénes son los depositantes. El fin supremo es que depositen y depositen.
Para captar dinero del extranjero de ciudadanos o empresas no residentes en los PF los benefician  con bajas tasas de impuestos, pero tienen que acatar la prohibición de realizar cualquier actividad económica o de inversión, ya que ocasionarían una desventaja al ciudadano del PF que sí están obligados a tributar los impuestos legalmente establecidos.
El Ecuador podría aprovechar esta coyuntura si se expide una ley de facilidad capital para todo ecuatoriano que tuviese dinero en  PF para que hagan una repatriación, guardándoles absoluta confidencialidad sin que pierdan los derechos que tienen sobre ellos, los cuales podrían ser invertidos libremente, con todas las prerrogativas, inclusive dentro de las facultades que otorga la Ley de la Alianza Pública-Privada, o Ley de Inversión de las Finanzas Públicas.
Nada vale llorar sobre la leche derramada. Es el momento de tender puentes de confianza económica. Saltar obstáculos con la salvedad y respaldo legal que esto no es Offshore. Es banca dentro del país.
La idea está dada.
  César Antonio Jijón Sánchez.