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Cartas al director
El ají contra la diabetes
Los pimientos picantes, chiles o guindillas tienen capsaína, que les da su sabor picante, desde suave hasta intenso. Su ‘picor’ ahuyenta a muchas personas, pero es muy popular y ha sido utilizado en la cocina durante miles de años por los indígenas de los Andes, aunque su uso como un recurso medicinal también es extenso.
Los pimientos picantes fueron introducidos por Cristóbal Colón en Europa y rápidamente se utilizaron en la cocina en vez de la pimienta negra, que era importada de Asia. En correspondencia, el chile también fue adoptado en la cocina de la India y otros países asiáticos por su similitud a la pimienta. Hoy en día, la India es el país más productor y consumidor de ajíes. Muchos se preguntan por qué deberían incorporar en su dieta un ingrediente que produce una sensación de quemadura en la boca. En respuesta, muchos expertos sugieren consumirlo ya que esa sensación de ‘ardor’ también induce efectos favorables para la salud en personas con diabetes o no. El ají NO produce úlceras estomacales, sino que permite combatirlas.
La capsaína no solo aporta sabor, sino que tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir varias formas de artritis y la neuropatía diabética. Ahora está disponible en el mercado una crema de uso tópico que puede aliviar con excelente efectividad el dolor de las terminaciones nerviosas en las neuropatías y el prurito de la psoriasis, presentando solamente como un efecto colateral una sensación de ardor en el sitio de aplicación. Las personas con diabetes que añaden regularmente ají a sus comidas requieren menos insulina para controlar sus niveles de azúcar, en comparación con quienes que no lo consumen.
Ab. Elio Roberto Ortega Icaza