Cartas al director

Desde la redacción

Siete años de abusos e injusticias

Por: Juan Manuel Yépez  @juanmayepez

Siete años han tenido que pasar para que se resuelva parcialmente una tontería jurídica que ha perjudicado a miles de familias ecuatorianas. Resulta que, desde mañana, los deudores subsidiarios (tíos, abuelos y hermanos mayores de 21 años) de las pensiones alimenticias ya no irán a la cárcel por incumplir una obligación exclusiva de los padres, aunque continuarán involucrados en un problema ajeno hasta quién sabe cuándo. Es decir, que ya no irán presos, pero seguirán siendo solidarios en el pago patrimonial cuando el responsable no lo haga directamente. Han transcurrido siete años de angustia en los que han pagado justos por pecadores, abuelitos sin un céntimo implicados en un problema que jamás fue de ellos, tíos endeudados para hacerse cargo de una responsabilidad que nunca les perteneció, y así una consecución de injusticias de las que ahora nadie se hace cargo. ¿Será suficiente reformar la ley para devolverles la confianza en un sistema judicial abusivo con los necesitados? ¿Qué culpa tienen ellos de que sus hijos o hijas sean tan indolentes con el fruto de su amor y le nieguen una manutención que por derecho les corresponde? La cosa es simple:]]name="Redacción Extra"![CDATA[si el implicado no se hace cargo de su descendencia, es él quien deberá resolver el problema. Tal vez con la asistencia del Estado, siempre y cuando pruebe que su conducta no está motivada por la indiferencia, sino por la falta de trabajo. Es que la ley está llena de injusticias, como por ejemplo que se dicten medidas cautelares a diestra y siniestra contra los progenitores demandados, así estén al día con sus haberes económicos, perjudicando automáticamente su derecho a la libre movilidad. ¿Quién responderá por esto?