Opinión
Cartas al Director
Sangolquí, más que hornado y tortillas
Por: Juan Manuel Yépez @juanmayepez
Sangolquí dejó de ser famosa solo por el hornado, las tortillas y el agrio para convertirse en la tierra de uno de los cuatro mejores equipos de fútbol de América. La clasificación de Independiente del Valle a las semifinales de la Copa Libertadores marcó un antes y un después en la historia de la capital del cantón Rumiñahui. La vida del club, que ya no solo pertenece a los sangolquileños, sino a todos los ecuatorianos, comenzó en marzo de 1958, cuando fue fundado por un grupo de amigos como Club Social y Deportivo Independiente José Terán.
En 1977 su nombre cambia a Independiente José Terán, dos años después de la muerte de su mentalizador. No fue sino hasta 1995 cuando ascendió a la segunda categoría de Pichincha y en 2006 tomó la denominación comercial de Independiente del Valle. Su trayectoria en el país pasó casi desapercibida al no ganar ni un solo título local. Parecía que su paso por el fútbol nacional iba a transcurrir sin pena, ni gloria, ni una numerosa hinchada, hasta que sorprendió a todos superando a monstruos de la talla de River Plate, Pumas, Colo Colo y Atlético Mineiro.
Ahora se enfrentará en julio al mítico Boca Juniors en el Olímpico Atahualpa por un cupo a la gran final. ¡Increíble! Estos muchachos han puesto a su ciudad en el mapa del balompié mundial con trabajo, sacrificio, constancia y fe, enorgulleciendo hasta a los seguidores de otras escuadras que se han puesto la camiseta. Y como si esto fuera poco, su generosidad sin límites ha permitido que la taquilla de los partidos locales sea donada en su totalidad a las víctimas del terremoto del 16-A. ¡Salud campeones! Ya hicieron historia.