Opinión
Cartas al Director
¡Agüita de valeriana para el súper Carlitos!
A Carlitos Ochoa ya no solo le perturba el morbo que le pueden provocar fotos de chicas en bikini o de realidades tan crudas como las del terremoto. Ahora también le enerva que un entrevistador de televisión interrumpa al aire a un funcionario del Gobierno o que los periódicos titulen como consideren necesario las notas sobre los nefastos tres años de vigencia de la Ley de Comunicación, en los que se ha demostrado hasta el cansancio que la tan cacareada democratización de los medios no fue tal y que solo se convirtió en la imposición de la verdad oficial a través de multas y sanciones.
Aquel librito de 119 artículos, concebido en los pasillos de la Asamblea por los flemáticos legisladores revolucionarios, solo ha servido para proteger a sus acólitos de los escándalos de corrupción que podrían llenar las primera páginas de los diarios, o tomarse los horarios estelares de los noticiarios de televisión, en perjuicio de una sociedad ávida por conocer qué se ha hecho con el billete de nuestros impuestos. Al súper Carlitos le fastidia que los medios toquen temas que puedan incomodar a sus jefes o perjudicar electoralmente al ya desgastado proyecto político del régimen. Finalmente esa es su labor, para eso está en el puesto, no para construir políticas de comunicación coherentes con las libertades consagradas en las constituciones del mundo.
El Carlitos debería tomarse una agüita de valeriana para soportar la vergüenza de haber intentado desfigurar la esencia del periodismo para transformarlo en un vulgar vocero de la ‘verdad’ oficial. Estos tres años ha perdido el país, porque se le ha privado de su elemental derecho a recibir información de calidad sin censura de ningún tipo. ¡Una lástima!
Por: Juan Manuel Yépez