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Opinión

Cartas al director: El verdadero amor a la patria

En estos momentos pre-electorales surgen supuestos salvadores de la patria; algunos no son más que politiqueros de la peor ralea, porque engañan a la ciudadanía prometiéndole cosas que saben ellos que no van a cumplir. Entonces, impulsemos un sentimiento auténtico de amor a nuestro Ecuador y hagamos conciencia que solo unidos venceremos; que es necesaria la participación de todos los ecuatorianos para lograr el cambio social.

Todos hablamos de la patria como el país donde nacemos, o donde nos hemos formado y educado, y no son muchos los que le agradecemos. Más que un pedazo de tierra, la patria es la vivencia de nuestros seres queridos y las personas con las que compartimos los traumas y las alegrías.

Esbozamos toda una simbología que toma vida de forma sacra en la bandera, el árbol, el pájaro nacional; en su himno, ante el cual nos ruborizamos de emoción; en un escudo, reflejo de nuestra cosmovisión; en sus fiestas cívicas.

Pero el amor a la patria va más allá y denota personalización, introyección. Significa permitirle a la patria ser la madre de todos/as, y sentirse acogido/a por ella; que tengamos las mismas oportunidades y que cada uno sea respetuoso de los acuerdos consensuados en su seno para que reine la equidad, la paz que conduce a la estabilidad emocional en los individuos y en la familia.

Levantemos la bandera tricolor con quienes estén dispuestos a dar la vida si es necesario por lograr que nuestro querido Ecuador avance en los procesos de cambios indispensables para lograr un “buen vivir” del que habla la Constitución de la República, pero sin demagogias baratas de ciertos farsantes vagos...

Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo