Opinión
Cartas al director: Prepotencia galopante
Nada diré de la crisis financiera y económica por la que estamos atravesando en la administración de un economista teórico y por malos asesores.
Nada diré de la crisis financiera y económica por la que estamos atravesando en la administración de un economista teórico y por malos asesores. Nada diré de la inseguridad alarmante producto de esta crisis. Nada diré de la falta de empleo que azota a los hogares, nada diré del pésimo manejo de los recursos del Estado. Nada diré de la corrupción galopante como no se ha visto en la historia del país. Nada diré de que el país va por el camino incorrecto fruto del populismo que nos gobierna y que va de mal en peor rumbo a la quiebra como Venezuela. Solo haré referencia a que no respetar la Constitución equivale a estar en una dictadura solapada.
La Constitución, en uno de sus principios fundamentales, establece en su capítulo primero, Art. 1.- “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico.
La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos de poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución...”.
Lastimosamente, la prepotencia populista que nos gobierna impide por completo la soberanía del pueblo y que, adueñado de todos los poderes del Estado, convierte a un país independiente en un país, dependiente de un solo ser que se cree un dios en la tierra. No existe comprensión ni respeto para el buen convivir y el despotismo les hace creer que son más importantes que los demás y quien no piensa igual es incriminado en las peores venganzas, hasta llegar a encarcelarlos!...
Marco A. Argüello Ruiz