Cartas al director: Un populismo peligroso

Se dice que un gobierno es populista, cuando su estrategia política se basa en propuestas que resultan atractivas para el pueblo, pero tiene un componente manipulador y demagógico. De hecho, los términos populismo y demagogia se emplean normalmente de manera indistinta, pues, ambos expresan la intención de atraer al pueblo con ideas que suenan convincentes pero que esconden intereses ocultos. Se afirma que los populistas dan soluciones falsas a problemas reales.

Algunos indicios permiten identificar al populista:

- Afirman que algo va a ser gratuito para el pueblo pero no se dice cómo se va a pagar.

- Presentar al líder rodeado de gente que lo aclama y en situaciones favorables para su imagen pública.

- Transmiten la idea de que aquellos que no apoyan al líder sus ideas son antipatriotas.

- Ejercen un cierto control sobre los medios de comunicación.

- Atribuir una mala situación y supuestas conspiraciones internas a intereses de fuerzas extranjeras.

- Halagos y falsas promesas para conseguir de esta manera la atención y el voto del pueblo.

En el populismo, los sentimientos y las emociones de la población son el principal foco a captar por parte de la demagogia, tiene mucha vinculación la mentira.

Con estas características, es fácil identificar al candidato cuyas propuestas son populistas. Por esta razón el pueblo del Ecuador tiene la oportunidad de escoger a su mandatario, considerando el peligro del populismo, un ejemplo real el caso de Venezuela, Brasil y otros. Cuidado se cometen errores, es la oportunidad de tener un mejor país, libre y hacia el progreso social y económico.

Romel Merchán Herrera