Columnas: vivir la democracia

El país vivirá mañana un día festivo donde la democracia y la libertad para expresarse tendrán una connotación trascendental para los próximos 4 años.

Hay que vivir con entusiasmo el proceso electoral. Al depositar el voto se debe tener muy claro que la situación por la que atraviesa el país necesita que el candidato ganador tenga la convicción de que hay que luchar contra la pobreza, la falta de empleo, el narcotráfico, la delincuencia y un gran endeudamiento del Estado.

La campaña sucia que concluyó el jueves 30 de marzo debe quedar registrada en las crónicas de la historia. Incidentes como los ocurridos en el partido que jugó la selección no se pueden volver a repetir. Los ecuatorianos somos un pueblo de paz que rechazaremos cualquier intento de dividirnos y agredirnos entre hermanos, peor por gente extraña.

El CNE, la Policía y las FF.AA. tienen la obligación de controlar y garantizar que la concurrencia a las urnas se dé en un marco de tranquilidad, evitando cualquier enfrentamiento entre los bandos que apoyen a uno u otro candidato.

Los resultados deben darse de acuerdo con la era digital que tanto se pregona. El solicitar a las empresas encuestadoras la entrega de los alcances obtenidos a boca de urna, no debe tener otro propósito que impedir el caos y la especulación que podrían dar las diferencias. Se requiere transparencia.

Que el proceso electoral sea ocasión para hermanar a los ecuatorianos.