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Opinión
Columnas: ¡Tengamos fe en nuestro país!
Necesitamos tener la suficiente capacidad y la fortaleza de ánimo para enfrentar el futuro con optimismo, con fe y con la idea permanente de que el Ecuador ventajosamente es un “país corcho”.
2018 acaba de nacer, el año 2017 es cosa del pasado. Necesitamos tener la suficiente capacidad y la fortaleza de ánimo para enfrentar el futuro con optimismo, con fe y con la idea permanente de que el Ecuador ventajosamente es un “país corcho”, como ha sido calificado en más de una ocasión porque nunca se hunde, por más que sus gobernantes hagan lo que hagan para hundirlo...
Los pueblos de la Tierra, y entre ellos el del Ecuador, forjan sus destinos ellos mismos con sus propias manos y con su trabajo consuetudinario, con su alta calidad de emprendedores, con sus iniciativas y con sus pragmatismos que están por encima de ideologías o de teorías superadas por la razón y por la historia.
Si los pueblos no actuaran así, muchos de ellos ya habrían desaparecido de la faz de la Tierra. La llamada “década ganada” (ja, ja, ja) está en el desván de la historia, y “sus felices” ganadores deben esperar que la justicia caiga sobre ellos para que se siente un precedente formidable y para que ojalá nunca más se repita la corrupción sistémica que vivió nuestro país en estos desgraciados últimos diez años.
Ahora, a partir del 2018 con las experiencias dolorosas y trágicas que hemos vivido, estamos obligados a que como sociedad inteligente y culta de la que formamos parte, hagamos comprender a la clase política que hay que trabajar con la mirada puesta en veinte o treinta años adelante. Solamente cuando actuemos así podremos decir que estamos haciendo un mejor Ecuador...(BLC)