Columnas: ¿Alcalde o Gerente?

Pues al paso que vamos en Guayaquil tendríamos que elegir entre ellos dos, porque nuestro espacio y los servicios públicos se están convirtiendo en privados.

Enrejar los parques, malecones y áreas libres con horarios, derechos de admisión y guardias para qué hacer y cómo comportarte, es una manera de privatizarlos, además de pagar parqueos caros, así como comprar adentro exclusivamente productos de los “auspiciantes”.

Nuestros servicios básicos: agua, basura, transporte, esparcimiento, entre otros, es proveído por 12 fundaciones de derecho privado, donde no siempre prevalecen los derechos de todo por igual, y el Centro de Convenciones con sus espectáculos para élites.

Cuando todavía hay graves deficiencias en sectores marginales en agua, alcantarillado saneamiento ambiental etc., ya se quiere descartar un aeropuerto que apenas tiene 13 años de construido para hacer otro en Daular, pese a que la IATA dice que todavía este puede incrementar en pasajeros sin restricciones hasta el 2034, y no ha llegado aún al límite de 7 millones y medio de pasajeros, además solo 1 de cada 20 ecuatorianos es pasajero de avión.

Si muchos aún viven en el pasado, no se puede proyectar una ciudad del futuro privatizándola aún más Guayaquil en dos años cumplirá 200 años de independencia, pero es una ciudad en la que aún hay guayaquileños que parecen sentirse como turistas en una ciudad que deberían sentirla como propia.