Suceden hechos estremecedores e inauditos en el Ecuador, pero es como que nada pasara. Lamentable situación la de nuestro pobre paisito en el que la sociedad empieza a mirar con indiferencia lo que sucede a su alrededor. Esto es muy grave porque es una sociedad licuada y no compacta. Los resultados finales podrían ser desconcertantes si es que no se pone las pilas a tiempo.

La fuga de Fernando Alvarado, exsecretario de Comunicación, procesado por peculado, con grilletes en sus tobillos, demuestra el grado de descomposición de nuestra república. No hay seguridad de ninguna naturaleza. ¿Cómo es posible que nadie se haya percatado que el hoy prófugo de la justicia ya no tenía en su cuerpo el grillete electrónico, que se presupone debe estar conectado con aparatos de última data para constatar la presencia del que lo usa?

Luego, el cinismo y la audacia de este sujeto al dejar constancia por escrito de su fuga cinematográfica, comparable solamente al del Chapo mexicano. Esto demuestra la permisividad de figuras del gobierno actual para con sus antiguos compañeros de la ‘Robolución’ Ciudadana. Y esto no lo puede permitir la comunidad.

Hay miles de delincuentes con grilletes que siguen robando en este país. La prensa lo dice, pero nada pasa.

Por la fuga de Alvarado deben responder la Policía Nacional, el Ministerio de Justicia, pero no los funcionarios de tercera categoría. Esta es la tarea del presidente Lenín Moreno, si es que quiere ser, antes que parecer. (BLC)