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Opinión

Columnas: La reciente y trágica Semana Santa

Con una corta diferencia temporal ocurrieron el fin de semana reciente, en que el cristianismo recordaba con los rituales propios de las religiones católica y protestantes la Pasión de su Mesías.

Con una corta diferencia temporal ocurrieron el fin de semana reciente, en que el cristianismo recordaba con los rituales propios de las religiones católica y protestantes la Pasión de su Mesías (aunque algunos prefirieron tomarse, en las playas, unas refrescantes vacaciones). Son 3 hechos que nos han conmovido, como lo fueron el incendio de la catedral de Notre Dame; el suicidio del presidente peruano Alan García al momento en que iba a ser apresado por el escándalo de Odebrecht, y el atentado terrorista y anticristiano del fundamentalismo musulmán que dejó un saldo de 359 muertos en Sri Lanka.

Una semana sangrienta que merece muchas preguntas. Sería como si la crucifixión de Jesús se repitiera muchas veces, no sabemos si para salvar al mundo tan lleno de pecadores o para someterlo a las oscuras sombras de la inseguridad...

La catedral parisense, que nos recuerda a la inmortal obra de Víctor Hugo que fuera llevada a la pantalla de Hollywood en el año 1939 con el jorobado Quasimodo interpretado por Charles Laughton. Y la gitana Esmeralda, personificada por Maureen O´Hara, fue un símbolo no solo religioso sino histórico que se irradiaba a todo el mundo. Ojalá la total reconstrucción de Notre Dame se cumpla en el menor tiempo.

En el suicidio de Alan García hay dos interpretaciones: es por cobardía o es por dignidad. Optamos por la segunda.

Y en cuanto a lo ocurrido en tres iglesias católicas de Sri Lanka, volvemos a lamentar que el odio fanático religioso, que lleva ya tantas víctimas, llegue a semejantes extremos. (FCV)