Opinión
Columnas: Las damas ahora mandan más y más en el mundo
Por más que el viejo tango gardeliano “Tomo y obligo” diga en un desconsolador verso: “de las mujeres mejor no hay que hablar”.
Por más que el viejo tango gardeliano “Tomo y obligo” diga en un desconsolador verso: “de las mujeres mejor no hay que hablar”, sin duda las hijas de Eva están tomando un gran protagonismo en el mundo. Y ha sido necesario que transcurran muchos siglos para que ellas -tras la única excepción de esas mujeres combatientes que fue la leyenda de “Las amazonas”, que moraban y luchaban junto al inmenso río que ahora lleva legítimamente su nombre- sean consideradas en sus propios derechos. Así, ocupan ya funciones importantes en la vida pública y social y no solamente tienen que quedarse en casa “peroleando”, es decir lavando platos, preparando la comida y cuidando a los niños. Y, claro, también chismeando un poco con las vecinas...
En nuestro país fue gracias al Viejo Luchador, con el triunfo de la Revolución Liberal, que ya no se recuerda con el vigor cívico de antes en los 5 de Junio, que se lograron conquistas sociales y políticas para una nación que había estado “derechizada”, también le otorgó a la ciudadanía del sexo femenino derechos que copaba el machismo. Aunque no demoraremos un poco para que, como ahora, ellas ocupen importantes funciones públicas.
Internacionalmente el proceso también es reconfortante al respecto. En Costa Rica la mayoría de los ministerios son ocupados por féminas. En España, con el triunfo del socialismo que mandó a Rajoy a su casa, el porcentaje femenino en el nuevo gobierno socialista se inclina a favor del género de la esposa de Adán. Solo se espera que los árabes rompan sus ancestrales prejuicios contra la mujer... (FCV)