Opinión
Columnas: nuevamente estamos en vísperas...
El proceso electoral, que no terminó con una sola tanda sino que ha requerido de una segunda vuelta (muchos dicen que gracias a los “plantones” que se realizaron en Quito.
El proceso electoral, que no terminó con una sola tanda sino que ha requerido de una segunda vuelta (muchos dicen que gracias a los “plantones” que se realizaron en Quito y otras ciudades del país ante el lerdo conteo de los votos depositados en las urnas el 19 de febrero), comenzó con lo pagano, o sea las carnestolendas presididas por el tan gracioso dios Momo, y que se prolongan -en lo religioso- con la Cuaresma que concluye en la Semana Santa o Crismal, que se iniciará con el Domingo de Ramos.
Mientras los católicos y los protestantes (amén de unas sectas no mayoritarias) cumplen con los ritos de sus respectivas iglesias, los ecuatorianos todos, en su gran mayoría cristianísimos, están metidos en la campaña electorera que concluirá el 2 de abril próximo, en que se votará por una de las dos opciones: o por el continuismo o por la oposición. Todo esto oyendo a cada rato ofertas de diferente tipo (“el oro y el moro” que se dice) que ojalá se cumplan aunque sea a medias. Ya sea Lenín o ya sea el Guillo quien llegue a sentarse en el “salón oval” de Carondelet, como diría un “cholo boy”, de esos que nunca faltan...
Lo preocupante del caso es que si gana el “banquero del barrio”, le tocará gobernar con la oposición de “la aplanadora”, ya que los “verdes” tienen nuevamente mayoría, aunque no como la actual. Y si gana Lenín, habrá que ver si no se hace también acreedor a la “muerte cruzada” con la que ya nos amenazó Rafico varias veces... (FCV)