Columnas: Recordemos que marzo es el Mes de la Mujer

El desarrollo del proceso de cambio en la mujer ha sido notorio. Especialmente se ha rechazado el femicidio, así como el maltrato que recibían de su pareja. Podríamos decir que la mujer actualmente está escribiendo trascendentalmente su nueva historia. De sexo débil se ha transformado en sexo fuerte. No existe actividad alguna en la cual no esté participando. Ya no se dice que atrás de un gran hombre existe una gran mujer. El lema actual es: un gran hombre es el producto de una gran mujer.

En el campo político se ha dado un gran avance, el cual debe ampliarse en la mayor extensión posible, ahora por la exigencia de las féminas la candidatura de elección popular que se está llevando a la práctica que si el elegido a la Presidencia de la República es un hombre, casi obligatoriamente la vicepresidencia debe recaer en una mujer. Y recíprocamente, si la ungida a la presidencia es mujer, el vicepresidente debe ser un hombre. Esta visión también se está ejecutando en la elección a la prefectura y viceprefectura.

También cuando resulte elegido un alcalde de un cantón, la vicealcaldía tiene que ser una mujer y así recíprocamente.

La democracia debe extenderse dentro de los partidos, movimientos políticos y en todas las instituciones sociales, culturales, académicas y científicas.

Nuestro país siempre ha contado con notables mujeres que han dejado huellas en el camino, como por ejemplo: Manuela Cañizares, Matilde Hidalgo de Procel, Tránsito Añamagua, y muchas más. Quiero agregar un nombre de esta generación: La Lic. Elizabeth Miranda de Valdivia (+), exrectora del colegio 9 de Octubre.