Columnas: Trabajo y hogar

Hace poco las chicas de Girls in Tech me invitaron -junto a Nelsa Curbelo y Cecilia Paredes- al conversatorio Familia, profesión y activismo, a hablar sobre cómo hacíamos tres mujeres inteligentes y exitosas para compaginar trabajo y hogar.

Es importante destacar que a los hombres esto no se les preguntaría. Nadie espera que un hombre profesionalmente exitoso sea además un excelente amo de casa. Esa parcela de su vida privada no está en cuestionamiento. Es la mujer quien debe constantemente postergar sus deseos y sacrificarse para conseguir orden y bienestar en su hogar, familia e hijos.

Esta no es mi opinión, son datos estadísticos de la encuesta de uso de tiempo del INEC. En Ecuador, en una semana una mujer trabaja un promedio de 77,39 horas, mientras que un hombre trabaja 59,57 horas. Es decir, a la semana las mujeres trabajamos 22,40 horas más que los hombres. Las mujeres dedicamos 24,56 horas a la semana a las actividades domésticas. Los hombres apenas dedican 6 horas a la semana, es decir, ni una hora al día. En cuanto al ocio, obviamente también salimos trasquiladas. Encima, las mujeres tratamos de equilibrar todas estas obligaciones y cargamos con la pesada culpa de no ser perfectas. Porque como mujer tú puedes destacarte en tu trabajo, pero solo si además cumples con tu rol principal como madre y esposa.

Esta desigualdad es fruto de un orden injusto que hay que cambiar.