Demos un terminante “NO” a las drogas

Soy médico con muchos años de ejercicio profesional, comunicador social y he estudiado los efectos que las drogas producen en el organismo. Las drogas blandas son el cigarrillo, el alcohol, la marihuana. El cigarrillo puede producir serias lesiones desde los labios hasta la laringe, la tráquea, los bronquios. Además el cáncer, la bronquitis crónica o el enfisema pulmonar.

Del alcohol ni qué hablar. Lo palpé en Cuenca en una casa de rehabilitación de alcohólicos y vi morir a pacientes adictos al alcohol con la botella a su lado. Se dice que es más fácil dejar a una amante que al alcohol. He visto llorar a alcohólicos en el chuchaqui, jurando que no volverán a tomar. Y a la vuelta de la esquina lo hacen...

El alcohol ha sido la causa de la disolución de muchas familias, accidentes, crímenes, violaciones, etc., que se han cometido por su efecto desastroso que provocan en el alma, la mente y el cuerpo de los individuos. Lo mismo la marihuana que produce efectos letales en el cuerpo y la mente de las personas. Esas son drogas blandas.

Las duras entre las más conocidas están la “H” o heroína y la cocaína que producen una adicción terrible. La persona se engancha como un pez en el anzuelo. Da pena ver a niños y jóvenes que se revuelcan del dolor, no pueden dormir, vomitan, les da diarrea. Es como si un demonio se posesionara y no quiere salir.

Sería un desacierto liberarlas, principalmente las drogas duras. Ya lo quisieron hacer en Colombia y una exalcohólica exclamó cómo pueden liberar estos monstruos en una sociedad que vive en medio del desamor. Sería liberar a los demonios para que junto a los nuevos artefactos tecnológicos hundan en el caos al país.