Desde que apurados violaban la Constitución y atropellaban procedimientos para que se realice la pasada consulta popular “a la brava”, ya algo olía muy mal. Se prometió encontrar la “ruta del dinero corrupto” y traerlo, pero ya termina la “transición” y, ¿dónde está la plata? Que con la consulta vendrían políticos nuevos y jóvenes, y lo que hay es cuasi un “consejo de ancianos” que han desbaratado a su antojo el Estado y nombrado a dedo a otros muy conocidos y hasta cuestionados. Así que no hay ni participación ni ciudadanía. Los íbamos a elegir por votación dijeron, y ahora quieren desaparecer al “consejo”. Que castigarían la corrupción prometieron. ¿Y qué hay con GEA y los millones de débitos bancarios? ¿El “perdón” de la deuda millonaria a los empresarios?, ya volvieron de los paraísos fiscales. Odebrecht sigue impune. ¿Y los “diezmos de la Asamblea”? ¿Solo a los que les conviene?

También prometieron construir miles de casas sin la ley de plusvalía. ¿Dónde están los traficantes de tierra de corbata? Muy bien, gracias. Que no se tocará el Yasuní proclamaron, ahora se lo explotará.

Ahora ya no se escucha nada. ¡¡Qué extraño!! El sí fue solo para hacer favores a la oposición, cuando por debajo se reparten la patria, pero sobre todo los 40 millones que costó la consulta fue para sacar a Correa de en medio.

Podrán engañar a algunos algún tiempo, pero nunca nos podrán engañar a todos.