Opinión
Editorial
Robándose la ayuda humanitaria
La generosidad de los ecuatorianos ha vuelto a manifestarse con ocasión de la tragedia reciente que enluta al país. Las donaciones no se han hecho esperar y cargamentos de vituallas han sido transportadas hacia los sitios más afectados por el terremoto.
Pero no faltan verdaderos criminales que tratan de aprovecharse delictivamente de las circunstancias trágicas actuales. Un hecho clamoroso es el crimen perpetrado por delincuentes que asaltaron dos camiones que llevaban vituallas para los que sufren una situación terrible en varias ciudades manabitas.
Se debe perseguir implacablemente a esos delincuentes que no solo son asaltantes, sino fieras capaces de cometer el acto más reprochable, precisamente en medio de la tragedia que ha puesto a los ecuatorianos, sin distingo, en actitud solidaria con los compatriotas en desgracia.
Los agentes de la fuerza pública no pueden dar descanso hasta que no localicen y detengan a esas fieras humanas que deben ser juzgadas con el máximo de severidad y encerradas pronto en un cadalso, porque delitos de esta naturaleza no pueden quedar en la impunidad.
Palos de ciego
Dolor y desgarramiento ha dejado el terrible sacudón telúrico del reciente sábado. Pero también, en medio de la tragedia, surge una palabra que nos puede salvar de la desolación: solidaridad.
Y es que de todos los pueblos del Ecuador la gente ha respondido a manos llenas ante el llamado de ayuda para quienes quedaron sin nada, virtualmente en la calle, con sus casas destruidas y algunos de sus seres queridos muertos. Manabí ha sido la provincia más afectada y su capital, Portoviejo, parece una ciudad bombardeada.
También los países amigos se han hecho presentes en esta hora triste para el Ecuador. Y glosando a Rimbaud diremos que nos toca vivir “en un siglo de manos... generosas”.
Los únicos beneficiarios del drama podrían ser los personajes que aparecen vinculados a los “offshore”, ya que la palabra “terremoto” hace olvidar, al menos por el momento, a los ‘Panama Papers’.
Al parecer, la suerte está echada para Dilma luego de que la legislatura del Brasil dio vía libre al juicio en su contra. La acompañará Lula en el dolor, si es que le toca hacer una no muy honrosa retirada...
En cambio Cristina ha regresado muy agresiva y quiere convertirse en la cabeza de la oposición argentina contra su sucesor, Macri, pese a que se la acusa a ella y a sus principales seguidores, de haberse embolsicado centenares de millones de dólares.