Opinión
Editorial
Pago de deudas, pero con recortes
El gobierno Central ha empezado a pagar la deuda que tiene con los Consejos Provinciales del país, cubriéndola hasta el mes de abril, aunque esos fondos deben ser enviados mensualmente y, por tanto, queda adeudando todavía el mes de mayo. Pero los fondos ya pagados han recibido recortes efectuados por el Ejecutivo, aplicando una de las leyes tributarias.
Las Prefecturas provinciales, sin embargo, han reclamado por esos recortes, pues inciden negativamente sobre la ejecución de obras fundamentales en las provincias de todo el país, incluyendo a Guayas, presidido por el prefecto Jairala, quien, además, es precandidato presidencial por su partido Centro Democrático, que ha logrado organizarse en el país y que ha sido un aliado de este Gobierno.
No se conoce todavía, al detalle, el monto de los recortes, pero su ejecución está establecida por mandato de la ley y las Prefecturas deben aceptar comprendiendo que la situación de la Caja Fiscal ha determinado los recortes que posiblemente no serán muy grandes, pues si lo fueran entonces sí incidirían en la ejecución de obras importantes en cada provincia.
Los “trapos sucios”...
Antes de la Revolución Ciudadana, el país era considerado una vía de paso mediante la cual se distribuía droga hacia otros países; las reformas a las leyes sobre el tráfico de estupefacientes lo incrementó, lo cual da para pensar que ahora somos productores.
El lavado de dinero se ha considerado siempre proveniente del tráfico de drogas, pero últimamente está dado por la corrupción que hay en el país. Los nuevos ricos a quienes se los ve ostentando mansiones, vehículos, yates, etc., son el resultante del tráfico de influencias y de las comisiones de los grandes contratos.
Los trapos sucios se lavan en casa, según un viejo dicho popular, pero hoy es el dinero sucio el que está siendo lavado. Ecuador es una inmensa lavandería.
Los Panama Papers están destapando actos de enriquecimiento ilícito nunca vistos. Las fortunas en paraísos fiscales son cuantiosas; se dice que 40 mil millones, dinero de ecuatorianos, está afuera.
Por la terminación del Gobierno, algunos de verdes flex alistan maletas; otros son investigados por sus propios compañeros. Al final se quiere fiscalizar para distraer la atención. Se apunta a las telecomunicaciones, hidrocarburos, etc., pero la lavandería viene funcionando desde hace algún tiempo.
La aguda crisis económica actual es un detonante para que los malos repartos salgan ya a la luz. Los detractores surgen y las alianzas se rompen ante la falta de billete.