Opinión
Editorial
La Unidad supera su crisis
Parecería que la coalición denominada Unidad había llegado a su fin con precandidatura de Cynthia Viteri a la Presidencia de la República, la misma que fue recibida con notorio rechazo, especialmente por parte del prefecto de Azuay, Paul Carrasco, quien comenzó a buscar nuevos derroteros, supuestamente en la irrevocable candidatura de Creo.
Las objeciones para la precandidata no incidieron sobre su personalidad, sino más bien en la forma en que uno de los integrantes propuso la postulación.
Desde las alturas del poder se expresaron sonrisas de burla que deben estar congeladas cuando la Unidad superó la crisis y resolvió postular un candidato presidencial único en septiembre próximo.
La campaña electoral avanza y se acusa a un colectivo oficialista de utilizar medios públicos en su campaña para postular nuevamente al actual gobernante como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del 2017, mientras también la alianza de centro-izquierda va buscando el candidato que la represente y cuya postulación parecería muy próxima.
Palos de ciego
El canciller Long, que pasa por 3 nacionalidades, no ha estado muy afortunado en estos tiempos en que nada se puede mantener oculto. Y, de golpe y porrazo, incurrió en dos deslices, por decir lo menos.
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Primero, se contradijo y tuvo que rectificar en cuanto a quién le pagaba el sueldo a Lenin Moreno en la carísima Suiza: si Ecuador o la ONU, pues es el delegado de su secretario general. Luego se denuncia que Long entró recién a Inglaterra, pero no con pasaporte del Ecuador, siendo su canciller.
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¿Rafi se lanza o no a la inmediata reelección presidencial? La respuesta se conocerá recién el próximo 1 de octubre.
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Decenas de asambleístas “verdes” han viajado por medio mundo durante tres años, pagados por el Estado, es decir por los que pagamos impuestos. A la Legislatura, por ello, se la podría calificar como “Asamblea Tour”...
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Al parecer, en las elecciones presidenciales van a terciar cuatro grupos bien definidos: los continuistas de la RC; Lasso, quien afirma que puede pactar, pero sin declinar su candidatura; los de la “fanesca” con Cynthia y Carrasco; y la “izquierda infantil” (como la llama Rafico). Además de Alvarito, Dalito y algún otro que quiera “jurar la bandera”.
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El CNE no reinscribió a la Izquierda Democrática como partido político. Dirán los que siguieron a Rodrigo Borja: “Todos toman naranjada y el pobre naranja, nada...”.