Opinión
Editorial
Independiente: el partido de su vida
Los jugadores del valle viajaron a Colombia llevando en su equipaje una decisión y un deseo. La decisión es coronarse campeón de la Copa Libertadores. Y el deseo es brindar a la afición un título que se sume a los ya conquistados en el fútbol profesional ecuatoriano.
Independiente ha demostrado, en esta versión de la Libertadores, dos cosas esenciales: su pundonor deportivo y su eficiencia y técnica en el juego. Por esto derrotó a los equipos mejor considerados para obtener la Copa, y lo hizo en calidad de visitante.
Empató en Quito, pero la hazaña final se cumpliría en Colombia, donde le espera el mayor compromiso de su corta y exitosa campaña.
Si Independiente trae la Copa será una inmensa satisfacción para el país. Si, por esas cosas del destino, no lo trajera, ya ha cumplido una tarea que muy pocos pueden vanagloriarse de igualar.
Independiente batallará con honor en Colombia. Si la suerte le es adversa, no estaremos decepcionados, y ya sería el segundo conjunto de América Latina, algo extraordinario para un equipo nuevo, juvenil. Independiente juega hoy el partido de su vida.