Opinión
Editorial: Combustible y transportistas
En el país se han formado grupos de presión que ante acciones del Gobierno muestran fuerza y poder. Que estos sectores como organizaciones existan es bueno para la sociedad. Dice que en esta hay gremios que contribuyen a su labor.
Pero es negativo cuando quieren ser privilegiados de las decisiones gubernamentales. Creen que deben ser tratados como excepcionales en la colectividad y buscan que algunas medidas, que son para todos, no los afecten.
Uno de estos, aliados de diferentes gobiernos, son los transportistas interprovinciales, los intercantonales y los urbanos. También los taxistas autollamados “fuerza amarilla”. Ante la resolución de elevar el precio de la gasolina hacen gala de poder. Se resisten en aceptarla.
Pretenden que el Gobierno acate su determinación e imponen el “ultimátum para no parar” y que se derogue tal decisión.
Esto no es nuevo para el país. Constantemente hacen este tipo de amenazas. Sin embargo, deben reconocer que son grupos privados que actúan en el mercado y no deben ser tratados como sectores privilegiados. Pues, si la medida se tomó para terminar con los subsidios, no cabría seguir manteniéndolo solamente para ellos. La ciudadanía quiere que todos los ecuatorianos reciban igual trato.