Opinión
Editorial: El infierno en la Penitenciaría
La situación penitenciaria del país se agrava. Y se destacan tres aspectos: 1) La superpoblación y el hacinamiento. 2) Los escasos recursos para la alimentación de los presos y la inexistencia de políticas de rehabilitación. 3) Hechos crecientes de corrupción en policías y guías penitenciarios, cómplices en la entrega de armas, drogas, celulares, etc. El colmo fue el reciente choque entre reclusos, con el trágico saldo de 6 muertos.
Además, hay algo poco hablado y de muchos años por el riesgo y peligro, que crea situaciones de golpizas y muertes entre detenidos. En las prisiones hay grupos de criminales y narcotraficantes que buscan dominar en los pabellones. La máxima autoridad de prisiones expresó que en ellos se obtienen mucho dinero. Por eso las bandas de presos se enfrentan por tener su control.
Esos grupos luchan entre sí, introducen armas, drogas, cobran diezmos para no golpear ni asesinar a los presos.
La máxima autoridad de las cárceles pidió que se declaren en emergencia. Se lo hizo, pero aun así se siguen produciendo muertes, incluso con filmaciones que circulan en las redes sociales.
Esto debe terminar y crear una efectiva política carcelaria para que los recluidos no salgan con mayor experiencia, agresividad y osadía.