Opinión
Editorial: una fecha insigne
Sin lugar a duda, ha sido una medida que ha incrementado el turismo interno en el país eso de trasladar los días de descanso obligatorio a los fines o principios de semana, dependiendo del día que cae.
Sin lugar a duda, ha sido una medida que ha incrementado el turismo interno en el país eso de trasladar los días de descanso obligatorio a los fines o principios de semana, dependiendo del día que cae.
Sin embargo, hay algunas fechas que no se deben trasladar porque son aquellas que marcan la historia nacional, y su traslado hace que la celebración olvide la trascendencia de tales festividades.
Una de esas fechas insignes es el Diez de Agosto, que aun cuando no concluyó con su patriótico propósito, fue una clarinada que germinó para lograr la independencia absoluta del país.
Además, fue rubricada con la sangre de los patriotas en el execrable crimen cometido por el dominador español con el Cuartel Real, un año después, el nefasto dos de agosto de 1810.
Fechas de trascendencia histórica nacional son, igualmente el 24 de Mayo, el 9 de Octubre, el 3 de Noviembre. Y si tienen esa importancia cívica, deberían no trasladarlas para el turismo, sino incentivar su recuerdo para rendir un culto patriótico a sus autores.
Además, las fiestas locales como el 25 de Julio en Guayaquil, o el 6 de Diciembre en Quito, tampoco se deben mover, pues tienen programas festivos especiales.