Opinión
Editorial: Creciente peligro
Siete ataques sangrientos ha perpetrado la narcoguerrilla en la frontera norte, cobrando la vida de 5 militares ecuatorianos y convirtiendo ese sector en el refugio del narcoterrorismo.
Siete ataques sangrientos ha perpetrado la narcoguerrilla en la frontera norte, cobrando la vida de 5 militares ecuatorianos y convirtiendo ese sector en el refugio del narcoterrorismo porque durante un bien tiempo se descuidó su seguridad y desde el sector oficial se mantenía una postura que simpatizaba con su acción, suponiendo que ese movimiento terriblemente delictivo tenía rasgos revolucionarios.
Recién se llegó a un pacto fronterizo entre Ecuador y Colombia para proteger y resguardar ese sector en el cual la disidencia narco de las FARC ha asentado sus reales.
Y cuando la fuerza pública colombiana la persigue se refugia en territorio ecuatoriano a sabiendas que ese sitio presenta debilidades defensivas.
El gobierno ecuatoriano actual ha desplegado en la frontera una importante fuerza que, sin embargo, no logra frenar la arremetida narcoterrorista. Y si no se redobla la fortaleza militar, la narcoguerrilla se podría convertir en una organización delictiva semejante a lo que ocurrió en Colombia, donde fueron capaces de combatir contra el ejército y la policía.
Nuestro país debe exigir al de Colombia una actitud más firme en la frontera, respetando el pacto entre los dos gobiernos y que, al parecer, solo es el ecuatoriano el que actúa para liquidar tan serio problema.