Opinión
Editorial: desempleo y subempleo
El subempleo, que es en la actualidad una de las formas de ganarse la vida a la que más acude el ciudadano común, se ha incrementado en el lapso de un año.
El subempleo, que es en la actualidad una de las formas de ganarse la vida a la que más acude el ciudadano común, se ha incrementado en el lapso de un año.
Es decir que ha aumentado el número de personas que trabajan en forma independiente y acudiendo a todos los oficios y posibilidades de comercio, sobre todo en la vía pública, de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), puntualizándose que cerca de cuatrocientos mil ciudadanos más se dedican a las faenas tan diversas para sobrevivir.
Se destaca, en un cuadro comparativo, que frente a este aumento el desempleo bajó solo del 5,3 al 4,5 por ciento, sin embargo de que los medios oficiales han venido informado que esta tasa de desocupación es una de las más bajas de América Latina.
Los índices de pobreza, también de acuerdo con las cifras del organismo competente, señalan que en el mismo año descendieron en seis décimos y la extrema pobreza tan solamente dos décimos.
De todos modos, la situación social en cuanto a carencia de medios sigue siendo crítica, lo cual queda demostrado con las largas colas que se forman cuando se ofrecen plazas de trabajo en las empresas públicas o privadas.