Editorial: Ecuador se aparta del régimen de Maduro

Cuando el presidente Lenín Moreno inició su mandato en Carondelet, el 24 de mayo del año anterior, la política diplomática del país estuvo dirigida de cierta forma a reconocer como acertada la conducta gubernamental de Maduro en Venezuela.

Esto motivó que en forma insistente, a través de los medios de comunicación y de otros pronunciamientos públicos, se hiciera sentir el rechazo mayoritario a esa actitud de complicidad frente a un régimen que ha sumido a uno de los países que en el pasado fue uno de los más poderosos del continente, por su riqueza de recursos petroleros, en una terrible crisis económica y humanitaria que ha obligado a más de 2 millones de venezolanos a buscar el exilio en otras naciones americanas, en una de las diásporas más dramáticas de los últimos tiempos.

Los cambios que se hicieron en la Cancillería y las declaraciones presidenciales, confirmadas rotundamente durante la intervención de Moreno en la Asamblea General de la ONU, permitieron que Ecuador se uniera a la mayoría de países de la región que claman por un saludable cambio en la patria de los libertadores, a la vez que denuncia el irrespeto a los derechos humanos, la carencia de alimentos y medicinas y la gran inseguridad reinante en el país hermano.