Opinión
Editorial: Hechos inquietantes en la frontera norte
En el trágico proceso que se vive en la frontera norte hay algo que inquieta a la sensibilidad de los ecuatorianos.
En el trágico proceso que se vive en la frontera norte hay algo que inquieta a la sensibilidad de los ecuatorianos. Y es la conferencia telefónica sostenida por dos coroneles de la Policía Nacional con el criminal conocido como Guacho.
Parte de esa conversación telefónica fue publicada en El Comercio de Quito, y se hablaba de acuerdos de mutuo beneficio entre los policías ecuatorianos y el narcoterrorista.
Después vino un silencio espeso y lo único que se supo es que esos dos coroneles no eran investigados por el órgano respectivo de la institución policial. Solo se conocía que un mayor de la Policía que había sido asignado durante dos años en la frontera norte era investigado internamente por el mando correspondiente.
La inquietud tiene al respecto dos vertientes: La una, qué ha pasado con ese contacto telefónico y qué se hizo para aclarar las versiones de esa charla telefónica.
Es probable que tales cuestiones tengan el carácter de secretos de Estado, en cuyo caso
no se debe inquirir más sobre el asunto, pero debía decirse que es un secreto de Estado y no guardar un silencio de tumba sobre un caso que interesa a todos los ecuatorianos. Y si no es un secreto de Estado, debían decirlo. Y si es así, no se debería volver a solicitar otro esclarecimiento público.