Opinión
Editorial: La crisis de Liga de Quito
Fue llamado el rey de Copas porque es el único equipo ecuatoriano que ha ganado, varias veces, las copas en torneos internacionales y llegó a ser un ídolo capitalino. Ha tenido, como todos los equipos, momentos de graves circunstancias como la actual en que Liga no gana y los directivos han debido cambiar de entrenador varias veces este año. Hoy está en la zona de descenso sin que se presuma las circunstancias puedan cambiar.
Por eso el presidente vitalicio del club, Rodrigo Paz, insiste ante los jugadores en la necesidad de superar el problema, decepcionado por los resultados. Ha dicho que está cansado de lidiar con jugadores que, al parecer, no encuentran el camino de la victoria, y le pide al dirigente máximo, su hijo Esteban, que renuncie.
En el deporte no se puede pedir como en la política, que sus autores sean ajenos al desaliento porque cada semana hay un lugar para el júbilo o para la tristeza. Pero cuando, como le ocurre ahora a Liga, todo es derrota y falta de entrega, hasta los más entusiastas seguidores pierden la fe y la esperanza. Liga va por ese camino, y si los Paz se retiran será, entonces, como un paso hacia el olvido y la decepción.