Exclusivo
Opinión

Editorial: Monseñor Luis Alberto Luna Tobar

Arzobispo de Cuenca donde desempeñó una reconocida actividad de carácter pastoral y social, el sacerdote Luna Tobar camina hacia el más allá en avanzada edad, dejando una estela de reconocimiento por su extraordinaria trayectoria de larga data. Inici

Arzobispo de Cuenca donde desempeñó una reconocida actividad de carácter pastoral y social, el sacerdote Luna Tobar camina hacia el más allá en avanzada edad, dejando una estela de reconocimiento por su extraordinaria trayectoria de larga data. Inició su vida religiosa en Quito, a donde llegó después de ser ordenado sacerdote en España. Quito se entusiasmó con la presencia del nuevo sacerdote y lo rodeó con muestras evidentes de respeto y de cariño. Fue designado Obispo de Cuenca, ciudad de profunda trascendencia católica que se afirmó con la presencia de un obispo no solo empeñado en buscar soluciones posibles a los problemas humanos, sino referente de los postulados sociales de la Iglesia y de las virtudes cristianas que fueron el norte de su vida.

Gravemente enfermo desde hace algún tiempo, la vida de monseñor Luna Tobar se extingue, dejando el fulgor de sus acciones como ejemplo no solo para sus compañeros de vida religiosa, sino para la sociedad en general; porque monseñor Luna no fue un místico encerrado en sus preceptos, sino un pastor abierto a la solución de los problemas del hombre y la sociedad.