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Opinión
Editorial: Pensó, respiró y goleó
El mejor jugador de la selección nacional de fútbol afirmó que no se dejaría pensar ni respirar a la selección brasileña que jugó en la altura del Atahualpa de Quito.
El mejor jugador de la selección nacional de fútbol afirmó que no se dejaría pensar ni respirar a la selección brasileña que jugó en la altura del Atahualpa de Quito. Pero Brasil no solo pensó y respiró, sino que goleó a una selección nacional que nos recordó los viejos tiempos, aquellos que solían definirse con una frase: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”.
Todos los jugadores tienen culpa en esta debacle, pero también la tiene, y muy principalmente, el entrenador que la armó de la peor manera y no dispuso que se reemplazara a los atacantes que parecían borrados de la cancha y, en general, a jugadores de todos los niveles, inclusive el guardameta.
Después de esta derrota contundente y lamentable, nuestra selección irá al Perú para enfrentar a su equipo representativo de ese país. Para entonces ya podrá formar parte del combinado Antonio Valencia, cuya ausencia se sintió hondamente, esperando que la alineación sea la correcta y los jugadores respondan como lo hicieron en la fase inicial de las eliminatorias porque, de lo contrario, las puertas para Rusia se estrecharán hasta dejarnos fuera del Mundial.