Editorial: Pugna escandalosa en la Fiscalía de la Nación

El Fiscal General y su subrogante se han enzarzado en una pugna con acusaciones que escandalizan al país. Ambos son el fruto amargo de la simiente de que hablaba el expresidente Rafael Correa.

El uno se encamina a un juicio político porque supuestamente alteró y forjó documentos cuando ejerció la presidencia de la Comisión que investigaba los sucesos de la rebelión policial del 30-S y a la cual el expresidente Correa quiso que ese movimiento fuera calificado y juzgado como golpe de Estado y así lo ordenó a sus subordinados.

En cuanto a la Fiscal Subrogante, la Judicatura la ha puesto en la mira para separarla del cargo, mientras ella manifiesta que no renunciará a sus funciones y se mantendrá no solo para defenderse de las que considera infundadas acusaciones, sino para demostrar que ha dicho la verdad cuando ha acusado al Fiscal General Baca.

Ambos son producto amargo a lo que el expresidente Correa ha calificado como simiente en una de sus últimas intervenciones en redes sociales.

La ciudadanía mira con sorpresa esta pugna que más tiene tinte personalista que de un deseo por imprimir honestidad y adecuado comportamiento de las altas autoridades de la nación.