Opinión
Editorial: Vuelve destrucción en nuestros campos
Otra vez torrenciales lluvias inundan tierras y dañan cultivos en el Litoral. Cada vez que inviernos severos los castigan la ayuda tarda.
Otra vez torrenciales lluvias inundan tierras y dañan cultivos en el Litoral. Cada vez que inviernos severos los castigan la ayuda tarda. Incluso algunas veces el Inamhi advierte que los efectos serían cuantiosos. Pero no se escucha ni se toman medidas de previsión. En esto fallan los GADS.
Varias zonas del Litoral, especialmente donde cultivan productos de ciclo corto, tienen severas afectaciones. Informes oficiales dicen que las provincias más afectadas son Guayas, Manabí y Los Ríos, con 25.800 hectáreas parcialmente destruidas y 3.500 totalmente. Hay más de 30.000 damnificados y se estima que las pérdidas hasta este momento pasan de 90 millones de dólares.
¿Qué hacer cuando cada año los agricultores de esta región se vean afectados? Ellos dicen que es el abandono gubernamental. Los funcionarios expresan que no se tomaron previsiones y que la forma de siembra y cosecha es inadecuada.
En cualquier caso, en el país aún no hay una positiva y certera planificación y acción agrícola que asuma el conjunto de problemas, los solucione y supere estas situaciones del campo que sufren sequías o cultivos inundados.
Es necesario tomar medidas sobre la visión cultural y la política que se tiene del agro. Solo así se podrá ir por otros rumbos.