Opinión
El amor por la política
Hay una palabra de 4 letras, Amor; en homenaje a ella hay realizados millones de textos, canciones, poesías, largometrajes y distintas expresiones. Se define equivocadamente al o a la amante. Este término proviene de la máxima expresión de amor. Otra palabra es política, a la cual se ha querido desprestigiarla como que representa todo lo malo. Salgo en defensa de estos términos y considero que la política es el arte y la ciencia de gobernar, pero no solo se rige para la función ejecutiva, sino para todos los actos de la revolución humanista que promueve la cultura, el arte, la ciencia, la filosofía, la religión, que defienden a la sociedad.
El apolítico, con su actitud, permite los casos de corrupción. Por tanto es necesario participar en el campo político porque todo lo que es bueno es política, y todo lo que es malo es politiquería, inclusive el triunfo o el fracaso de una persona, empresa o, medio de organización. Bertolt Brecht señaló que “el peor analfabeto es el analfabeto político”. Aristóteles dijo que “el hombre es un animal político; si no es político, es solo animal”.
Si queremos que prevalezca la democracia, la justicia, la libertad, la seguridad, la honestidad y todos aquellos principios, normas, reglas, y valores debemos sentir amor por la política, difundiendo la revolución humanista para que se haga realidad todos los sueños, ilusiones y esperanza, aspirando a conseguir muchos sueños imposibles, porque luchando por sueños imposibles se logra hacer realidad muchos sueños posibles.
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo