El invitado del día: Pero, del dicho al hecho...

...Hay mucho trecho, con lo que prometen los candidatos presidenciales; y menos trecho nos queda aún para “reflexionar”. Porque nos han dicho qué van a hacer, pero no: cómo lo van a hacer, a quiénes va a favorecer.

No está claro cómo el candidato Lasso reemplazará los 3.700 millones de dólares, que en época de déficit quiere sacar de circulación ¿con despidos de burocracia? Tampoco si los “cheques” educativos equivaldrían a la privatización de la educación pública.

Debe explicar qué significa la “racionalización” del subsidio a los combustibles, que suena a subir precios. Y con la elegida Asamblea con mayoría de Alianza PAIS, ¿cómo cumplirá su promesa de convocar a una Constituyente, abolir la Ley de Comunicación, etc.? Hay los escollos de la Corte Constitucional. ¿Y el regreso de Correa por “muerte cruzada” o como asambleísta constituyente?...

Lenín, por su parte, nos queda en deuda con sus promesas que huelen a populismo demagógico como subir el bono de 50 a 150 dólares; viviendas superbaratas y la minga agraria no muy bien explicada.

Debemos votar con una buena memoria, para no repetir el pasado, por alguien transparente sin “rabo de paja” para creer en su discurso de anticorrupción y que nos limpie de esa lacra social. Es decir, un gobernante con ética que quiera el poder para servir y no para obtener más riqueza. En suma que quiera al país más que a su bolsillo.