Opinión
Festividades “diferidas”
Se ha hecho ya una costumbre durante el régimen de la RC, en beneficio de los partidarios del “dolce far niente”, es decir los enemigos del “camello”, el ir armando “puentes vacacionales”, lo cual implica que los días en que se celebra una efemérides patria son trasladados a otras fechas para empatar con los fines o comienzos de semana y permitir así que, a pierna suelta, los ecuatorianos puedan descansar tres o cuatro días seguidos.
En esta oportunidad, en el “mes del guayaquileñismo” que está por concluir, se cambió la celebración (con el respectivo asueto) del día de la Fundación Española de La Perla, que es 25 de Julio, que coincide con el Día dedicado al patrón de la urbe, Santiago, y con la Batalla de Jambelí. Y se dio descanso el día anterior (que fue el del “santo” del Libertador Simón Bolívar). Esa fecha diferida provocó que el gran desfile cívico-militar, con reinas y carros alegóricos, no tuviera el público que merecía a lo largo de sus doce kilómetros de recorrido.
Algún “vagoneta” aducirá, entonces, que la vacación debió prolongarse hasta el martes, lo que daba un “puente” más largo y, por ende, atentatorio a la maldición bíblica, que como todos saben es el “trabajo” que nos impuso Dios por culpa de la manzana probada en el Paraíso por Adán y Eva. Habrá, pues, en el futuro que no andar metiendo tan a fondo la extremidad (por parte del gobierno que es el que decide estas cosas, por supuesto) para este cambio de fechas patrias, aunque persistan los “puentes vacacionales” que nos permiten viajar a los balnearios o empinar el codo más de la cuenta. Y que cada fecha solemne, en que se rinde tributo al glorioso pasado de la patria se cumpla el mismo día que le toca. (FCV)