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Opinión

Gavis Moreno

Escribo estas líneas con el dolor y la impotencia de saber que nuestra compañera Gavis Moreno, directora de la Cárcel de Mujeres de Guayaquil, ya no está entre nosotras. Nunca más escucharemos su voz de trueno. Ya nadie sentirá su megaabrazo cariñoso.

Gavis Moreno era una mujer de origen humilde, feminista, activista de derechos humanos, afrodescendiente, madre de dos hijos, sostén de su familia. Pasó su vida al servicio de las mujeres más necesitadas. Generosa en todo sentido, Gavis era un ejemplo y una inspiración. Ella vivía el artículo 169 de la Constitución como su credo personal “nunca sacrificar la justicia por las meras formalidades”.

Gavis llamaba por su nombre a las internas de la Cárcel de Mujeres, porque sabía que estaban en un lugar donde el olvido te pega fuerte, donde el cariño es muy necesario y suele ser difícil de encontrar. Las internas la querían porque estaba implementando cambios positivos.

El miércoles 27 de marzo dos hombres en una moto asesinaron a Gavis Moreno cuando salía de su trabajo y se dirigía a su hogar en la Isla Trinitaria. Fueron doce tiros disparados con saña contra su cuerpo de guerrera de tantas batallas. No tenía seguridad, nadie la protegió, nadie la defendió. Haciendo un esfuerzo sobre humano su chofer, también herido, manejó hasta el Hospital Universitario donde Gavis falleció.

No hay palabras para tanto dolor. Su crimen no puede quedar impune.