Opinión
La gastronomía callejera
No es nuevo, pero sí preocupante que no hayamos aprendido la lección.
No es nuevo, pero sí preocupante que no hayamos aprendido la lección. Un estudio técnico realizado por tres universidades del país determinó que el 95 % de los alimentos que se expenden en la vía pública y mercados contiene bacterias causantes de enfermedades recurrentes como gastroenteritis o la fiebre tifoidea. Para ser más precisos, entre otras cosas, ingerir alimentos en la calle que están expuestos al aire libre, al humo de los carros, al estornudo o las manos sucias de los vendedores, a las moscas y más, es estar consumiendo salmonela, listeria, coliformes fecales... ¿Coliformes fecales? Sí, tal como lo leen.
Ante ello ¿qué hacen las autoridades sanitarias del país para controlar el expendio de alimentos en la calle? ¿Y qué hacen los comerciantes que honradamente se quieren ganar la vida para que sus productos no estén expuestos a esos problemas? Y más importante aún ¿qué hacen los consumidores para exigir higiene a quienes les venden?
Un problema que, como ya vemos, no se puede endilgarle solo a los organismos de control, sino que requiere de la participación de todos, porque ya sabemos que los ecuatorianos somos ‘cuchara brava’. Nuestra salud es muy importante.