Opinión
La locura de la velocidad
Fitipaldi, Sena, Fangio, el ‘loco’ Larrea, entre tantos otros conductores de autos que hicieron de la velocidad su deporte preferido, conquistando lauros y títulos, son recordados hasta hoy. Sin embargo, hay que tomar en consideración que estos campeones que recorrieron muchas pistas que se destinaron solamente para las competencias automovilísticas, cuando manejaban en las ciudades eran muy cuidadosos y respetuosos de las ordenanzas de tránsito, lo que quiere decir que no apretaban el acelerador como sí lo hacían durante las competencias.
Desgraciadamente, hay muchos admiradores de estas figuras deportivas que quieren emularlos. Pero no precisamente en las pistas donde se realizan los famosos “rallys”, sino en las mismísimas ciudades en donde se debe manejar con cuidado para no poner en peligro la vida de los peatones que pueden ser atropellados y hasta la propia existencia, si el carro que manejan resulta hecho una tortilla por un choque contra otro vehículo o contra el poste o contra un árbol o contra el muro de un puente citadino.
Para controlar esta locura por la velocidad, las autoridades de tránsito han instalado radares en las zonas más traficadas de la urbe y se han fijado fuertes multas para los infractores. “De todas mangueras”, no faltan los imprudentes que se alocan cuando se sientan frente al volante y empujan el pedal del acelerador en calles y avenidas. Ojo con ellos. (FCV)