Un reconocido informe de la OIT ha señalado que la sostenibilidad del IESS se estaría afectando a causa de deficiencia técnica en el estudio actuarial que sustentó el ajuste a las tasas de aportación a los seguros de pensiones, salud, y riesgos de trabajo. Además, la suspensión del aporte del 40% por parte del Estado para pensiones ha creado un grave problema económico en la institución.

Todo lo anterior no es novedad; diferentes organizaciones lo vienen denunciando desde hace varios años. Se dice que el dinero destinado al fondo de pensiones se acabaría en el 2026. Por su parte, las autoridades del IESS señalan que en su momento se tomarán las medidas del caso para evitar el colapso de la institución.

Vemos difícil que las actuales autoridades del IESS tengan la suficiente determinación política de tomar los debidos correctivos a tiempo para sacar a flote la institución, tanto más si hasta hace pocos meses estas mismas autoridades pretendieron desconocer una deuda del Estado con el IESS.

Recordemos además que hace 7 años, el Consejo Administrativo desbarató la Comisión Técnica que permitía filtrar y racionalizar las inversiones del IESS, lo cual abrió la puerta a decisiones que hoy estamos lamentando los afiliados.

No cabe duda que el IESS ha sido botín de los gobiernos de turno, que tomaron recursos sin detenerse a pensar en las nefastas consecuencias que a mediano y largo plazo traerían esas medidas.

Gustavo Proaño Tola