Opinión
No más sabatinas. ¡Qué alivio...!
Esta es la expresión que espontáneamente brotó desde el fondo del alma de todos los ecuatorianos cuando Lenín Moreno, en su mensaje del 24 de mayo al asumir la Presidencia de la República, dijo que no habrá más informe semanal los días sábados. Expresamente manifestó que se acababan las sabatinas con las que nos tenía atormentado el expresidente Correa. Este es uno de los tantos aspectos de su mensaje que evidenciaron que su régimen se “descorreiza”.
Un gran anuncio es este, en verdad, porque ya no habrá el “monólogo” de los sábados que sirvió para que el ex despotrique contra el género humano, rompa periódicos “corruptos”, ofenda a mujeres con calificativos que más desprestigiaron a quien los decía, que a sus “víctimas”, dicte órdenes a fiscales y a jueces para que actúen según su saber y entender porque era el dueño de todas las funciones del Estado. Y sobre todo porque con la finalización de las “sabatinas” el Estado se ahorrará cientos de dólares que significaron la movilización del equipo de comunicación para los “monólogos”, el pago del transporte para los “voluntarios” que se trasladaban “por amor a la revolución” a aplaudir al ex. Esta parte del mensaje de Lenín, además de otras dieron muestras de que su gobierno “podría” ser distinto al que se fue, ha dado tranquilidad al país. El tiempo hará ver si es verdad tanta belleza. Por ahora, ya sabemos que las sabatinas son una parte del pasado negro del país. (BLC)